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La excepción rusa: la actividad del mercado a pesar de Covid-19
En medio del Covid-19, las perspectivas para la Eurozona siguen siendo sombrías, con medidas de cuarentena que conducen a la parálisis de la producción, las cadenas de suministro y el cierre de la mayoría de las acerías. A finales de la semana pasada, la mayoría de los fabricantes de coches europeos pararon la producción y el trabajo en las obras de construcción se ha paralizado ya que los trabajadores han sido enviados a casa. En medio de este caos, Rusia parece sorprendentemente resistente, eso es por ahora.
El país sigue siendo una de las pocas regiones del mundo que mantiene un consumo de acero y ferroaleaciones no muy lejos de los niveles anteriores a la crisis. De acuerdo con los datos de Worldsteel, la producción de acero ruso este año, cayó sólo un 3% interanual en enero-febrero. En los países de la CEI en su conjunto cayó un 1%, mientras que el acero europeo cayó un 10%. Se espera que esto conduzca a una gran reorganización de la producción, logística y operaciones, exponiendo a los productores de acero en Europa y los EE.UU. a un alto riesgo de que la demanda caiga en picado.
Observando la dinámica de la economía y el comercio mundial, los expertos y analistas industriales esperan pérdidas significativas para la industria siderúrgica mundial. Los proveedores de ferroaleaciones ya están buscando mercados alternativos para compensar la falta de demanda por parte de los compradores de contratos a largo plazo durante el período de abril a junio (es decir, el período de máxima disminución prevista).
Varios fabricantes de acero rusos han comunicado a Metalshub que sus instalaciones de producción funcionan actualmente más o menos de la misma manera que antes, mientras que las medidas de cuarentena sólo han afectado al personal administrativo, que se ha limitado a trabajar a distancia. "Nuestras plantas siguen funcionando, no hay planes para reducir la producción, aunque estamos revisando nuestra estrategia en caso de que la situación empeore con la propagación del virus de la corona en Rusia", dijo un representante de uno de los mayores productores de productos planos de Rusia. Los productores rusos de tubos y tuberías tampoco planean reducir la producción, a pesar de la situación desfavorable en el mercado mundial del petróleo.
Sin embargo, la presión en los mercados petroleros tiene el potencial de infectar la salud del sector financiero de Rusia y, por consiguiente, puede impedir a los fabricantes de acero la compra de ferroaleaciones. Tras el colapso del acuerdo entre los países de la OPEP+ a principios de marzo, los precios mundiales del petróleo, ya presionados por la recesión macroeconómica mundial, se derrumbaron a un nivel sin precedentes desde 1991 en más de un 30%. En una espiral descendente, el rublo ruso se derrumbó entonces en un 25% frente al dólar de los EE.UU., lo que hizo que las importaciones de ferroaleaciones fueran extremadamente caras.
Los consumidores señalan que el principal problema no estaba vinculado únicamente al colapso del tipo de cambio, sino más bien a su extrema volatilidad, lo que agrava el riesgo al concertar nuevos contratos de importación de ferroaleaciones. Según los analistas de la industria, las importaciones anuales de ferroaleaciones por parte de los metalúrgicos rusos alcanzan las 0,2 toneladas anuales, principalmente de países europeos. Las importaciones de metales de manganeso se sitúan en 60.000 toneladas, la mayor parte de las cuales se envían desde China. Teniendo en cuenta la salud de los demás mercados y economías circundantes, queda por ver cuán duradera es esta resistencia rusa.
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